

en honor a la buena memoria escasa y desplumada que todavia me queda, busco en reversa, en el adentro espiralado y còncavo, alguna palabra que no huela a polvora mojada, a balas rancias, encontrarla y como con un sacacorcho clàsico traerla al sol que raya el cielo esta mañana. busco lejos algo para decir que no se autodestruya en cinco segundos, que se asome al estribo del discurso cotidiano y me salude. no quiero un si nauseabundo entre rejas, ni espejos del no puedo no debo no quiero, todavìa me seduce buscar las palabras claras con que desenredar la madeja apelmasada de los dìas. esta vez no deben oler a despedida, no deben acomodarse en las filas de la retòrica y su estètica optimista, ni sacurdirse el morbo de las pèrdidas de un ùltimo balance suicida. palabras para un final de puertas abiertas, para sostener el equilibrio y adueñarme de esta sensaciòn, un brindis entre letras que digan que siempre podrè ser la ùltima pero no serè quièn apague la luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario